La radiología convencional digitalizada sigue siendo a día de hoy la técnica más empleada en el radiodiagnóstico. Nos permite visualizar cualquier parte del cuerpo para la observación y estudio de las estructuras internas, con un mayor énfasis en huesos y articulaciones.
Las nuevas técnicas digitales permiten emplear dosis de radiación ionizante muy bajas que, a su vez, facilitan la obtención de imágenes de mayor calidad visual.
En función de la zona anatómica que se quiera estudiar, la radiografía puede tener diferentes nombres, los más comunes son:
> Radiografía de tórax.
> Radiografía de abdomen.
> Radiografía de pelvis.
> Radiografía de cráneo.
> Radiografía de senos paranasales.
> Radiografía de columna vertebra.
> Radiografía óseo.
El estudio radiológico simple no requiere de preparación previa por parte del paciente.
El paciente deberá desnudar la zona anatómica a estudio y retirar sus objetos personales, especialmente joyas y objetos metálicos.
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